miércoles, 14 de abril de 2010

Fragmento de cosa inacabada

"Le colgué, le había echado de menos, prácticamente mi hermano, nos conocíamos desde siempre, desde los tiempos homéricos de rodillas peladas en las aristas de los columpios, desde nuestros primeros goles en un campo de grava, nuestras primeros calos a un Nobel de la madre de Luis, nuestras primeras litronas, nuestras primeras chicas.

Podría haber pensado que era un error buscar en el pasado un camino que seguir de cara al futuro, podría haberme quedado sin saldo esa misma mañana o el puñetas de Luis podría haber cambiado su móvil patatero por uno de estos nuevos, táctiles (tan sumamente necesarios) de tal forma que me hubiera sido imposible contactar con él.

Pero no, la gilipollez es crónica, así que cogí mi petate con los apuntes de los colegas Sócrates, Nietzsche y CIA y me puse en la cola de la parada del bus.

No sé como los niños aun piden que les lleven al zoo habiendo una fauna tan rica y variopinta a su alcance en los autobuses interurbanos. “Pasen y vean, por un solo euro verán desfilar ante sus ojos a los especímenes mas ridículos y extraordinarios a lo largo de veintidós dispares paradas.”

Inspirador.

La ciudad fluía, se movía y se encorajinaba a ambos lados del autobús, de vez en cuando reparaba en alguna cara conocida a babor, algún cartel gracioso a estribor o en el vaivén de los coches (que si seats, opels, citroens y peugotes) que mecían al autobús como si de una ballena retozando en un banco de merluzas se tratara.

Dentro de la nave dos jóvenes, disfrazadas de rameras mal pintadas discutían a gritos sobre la habilidad felatoria de la que un tercero (un tal “El Johnny”) hacia gala.

A su lado una niña de unos cinco años preguntaba a su abuela sobre dudas léxicas que le surgían a raíz de la conversación de las muchachas (“Abuela, abuela. ¿Qué significa cipote?” Le inquiría la niña con carita de buena).

El resto del autobús seguía a la suyo, una pareja magreándose, un chaval liándose un cigarro, un par enganchados al móvil y el resto mirando al infinito con cara de corderos degollados."


No creo desvelar nada, si lo desvelo mala suerte, en algo como esto he estado trabajando, no es una historia nueva, no es una historia rompedora, pero si es mi historia, tal vez no la mía, pero la que sí que podría por haber acabado siendo mía.

Son sesenta y ocho páginas inconclusas que se dividen en dos partes, es un cuento moderno, la historia de un chaval que no entendía nada, que se sentía perdido, como perdidos se han sentido todos los chavales de la historia y como perdidos se sentirán. Descubrió lo peligroso de los sueños, de no saber medir su fuerza de mala droga y se la jugó. Se jugó todo a un giro de tambor, de un tambor que como en este en el que escribo estaba peligrosamente cargado.

Donde creo jugarme el nombre es en la segunda parte de la novela, para la que busco título (creo que finalmente llevara la de este blog) y final... porque final tiene, pero no sé cómo llegar hasta él.

Yo escribo así. Este párrafo no tiene nada, por eso lo pongo. Pero en conjunto, a mi es por lo menos algo que me gusta, de forma y concepto. A ver si hay suerte y ganamos el concurso.

Y si no gano, pues nada, habre sido feliz escribiendo y saldra entero por aquí, para que alguien lo pueda juzgar. Asi que tiempo al tiempo

4 comentarios:

  1. Mucha suerte con tu novela. Creo que ésta es una ciudad que, aunque no tiene mar ni puerto, está llena de navegantes perdidos y barcos a la deriva que encallan en diversas pasiones. De Zaragoza salen buenos escritores, será el cierzo. Mucho ánimo.

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  2. Buena entrada, y perdona que no me había fijado.
    Me ha gustado tu autobús, sin duda invita a subir.
    Y un trabajo inconcluso entre manos. Bueno, ahí está la vida palpintando. ¿Qué más se puede pedir?
    PD: en mis autobuses sólo hay ancianos. Qué suerte tienes.

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  3. Grande.

    Creo que todos sabemos en quien te has inspirado con lo del chaval liándose un cigarro en el bus xD

    "Son sesenta y ocho páginas inconclusas que se dividen en dos partes, es un cuento moderno, la historia de un chaval que no entendía nada, que se sentía perdido, como perdidos se han sentido todos los chavales de la historia y como perdidos se sentirán. Descubrió lo peligroso de los sueños, de no saber medir su fuerza de mala droga y se la jugó. Se jugó todo a un giro de tambor, de un tambor que como en este en el que escribo estaba peligrosamente cargado."

    No sabré escribir, pero creo que eso con una pulida de cinco minutos se leería mejor. Te lo digo como lector.

    Espero que podamos apreciar esa novela. A ser posible, impreso con tapas duras, comprado en la Fnac. Espero que no te tengas que valer de concursos, te chupan hasta el alma. Opino que tienes capacidad para hacerlo, la verdad ^_^

    @Igor: La verdad es que es un bus muy pintoresco (xD), me hubiera gustado estar ahí.

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  4. Fe de ratas:
    "Dios se reencarnó en carpintero nazareno."

    Fe de erratas:
    Efectivamente Pablito, ya de primeras falta una coma o un paréntesis, debería ser: Se jugó todo a un giro de tambor, de un tambor que (como en este en el que escribo) estaba peligrosamente cargado.
    Al margen de eso la idea puede que sea confusa.


    Con respecto a lo del autobús, haciendo oreja es raro que no encuentres personajes pintorescos en cualquier viaje, hace relativamente poco escuché a unas ancianas, de ver venerable, hablar apasionadamente sobre su vida sexual, haciendo hincapié en un joven sudamericano al que se habían trajinado, os cito así de cabeza una lapidaria sentencia de una de las señoras:
    "Tendrías que haber visto al soldadito del machupichu"


    @Igor: Un gusto ver que te pasas por aquí, http://epicavamurta.blogspot.com/ te publicito el blog, con desinterés, porque el otro día le eché un ojo y es francamente interesante.

    Muchas gracias a todos, cuidaos y a ver si me viene el duende y sale algo que pueda ver la luz por aquí un día de estos.

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