sábado, 29 de octubre de 2011

Deseo de ser punk (remake).


“I wanna hold your hand” es una puta mierda de canción. Pero pasa que a veces pesa más la boca que el discurso, sucede que cuando te hablan miras a los labios y piensas que de esos labios no pueden salir más que verdades, crudas o en verso; dolientes, ardientes, o a medio cocinar.

Pero “I wanna hold your hand” es una mierda. Un llanto de niño chico. Un “quiero tu mano en mi mano” que no lleva a ninguna parte, a que te rocen con el dorso en la mejilla.

Las cosas no se piden así.

Se dice “toma mi mano, siente mis dedos entre tus dedos y luego vuélvelos a descubrir en cualquier otra parte de tu cuerpo”. Y entonces tú guardas silencio y piensas que en el fondo somos dos puzzles que encajamos de muchas formas, algunas silenciosas y claras y otras terriblemente perversas.

Sonríes y por un instante brillas como el ascua de un cigarro; me devuelves la mirada. Tarareas con los ojos una de los Doors y asientes como diciéndo que a ti McCartney siempre te dejo fría. Entonces armas una sonrisa y me recuerdas, tal vez en la pose, a Patti Smith.

Y se me borra de la cabeza toda esa música que apesta a hilo de ascensor, ese ruído blanco que se confunde con tu respiración.

Jesus die for the somebody sins, pero no por los míos, esos ahí siguen, tirados en aquel montón que no deja de engordar. Que parece que nos llama con ese canto de sirena enchufada.

Que redoblen los tímpanos y que entre golpes de caja y platillo entren a puñaladas sílabas perdidas de tu voz. Y que yo no te haga caso porque empieza a sonar Do The Evolution y sienta que soy el único mamifero del planeta al que le sobra el pantalón.

Y las botas, y la cartera, el móvil con 3G, todas las malas ideas y el carnet de identidad.

Que ardan. Como aquel hotel de Montreux. The fire in the sky. Y que el bar nos escupa. Demos de bruces contra la grava, como dos cantos rodados que nunca se dan por satisfechos.

Se hará de día y yo tararearé a medio pulmón un Knocking on Heaven's Door, uno que resbalará por el hueco de tu escalera.

Here comes the sun. Y de vuelta a casa pensaré que si de verdad soy another brick on the wall no es de extrañar que el muro se venga abajo.

Me sentaré en la cama y miraré a mis pies; you could have it all, my empire of dirt; mejor que no reclames nada, sólo te haría daño. Pero no pienses que estoy triste por no sonreir, es tan sólo fachada.

Son maneras de vivir.



Corona la entrada la silueta de la Alhambra desde no sé que mirador. La canción de Quique, que las hace muy bonitas. Un abrazo desde aquí a Belén Gopegui, que es una señora que escribe, a veces libros, a veces la lista de la compra.





4 comentarios:

  1. Como que usando el pasado... pero si estás totalmente vivo.
    Vale, Los Beatles son azucarados. Muchas veces demasiado. Me gusta el café sin azúcar.
    Preciosa vista de Granada. Parece tomada desde ese barrio en la cuesta de un cerro, un barrio de casitas blancas con algunas tiendas de artesanía.
    Saludos.

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  2. A mí me gustan mucho los Beatles de Come Together, I'm the walrus, Helter Skelter, Something; esos Beatles un poquito más canallas. Aunque luego con Blackbird también me se caen a veces las bragas.

    Efectivamente, la foto está tirada desde una colina de casitas blancas y tiendas de artesanía. Es un sitio precioso, Granada está de ellos llena.

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  3. Manu, porque en el fondo, te aprecio. Si no te mataba, y lo sabes. Un simple: ''ven y dame la mano'' es a veces mucho mas efectivo y real, que toda la verborrea del mundo.


    Y por cierto, que dolor de ojos, cabrón.
    "Jesus die for the somebody sins, pero no por los míos"

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