viernes, 26 de marzo de 2010

Enemigo a las puertas

Que difícil es crear belleza, y que fácil es que una vez concebida se nos escape por las orejas dejándonos otra vez la sesera vacía.

A la espera de que un soplo de genialidad transitiva nos confiera estatus de creadores pasamos nuestras vidas, en busca de inspiración, cazando gamusinos en chanclas, musas en calzoncillos, moscas con cabezas de jabalíes.

No soy un artista, no soy un pensador, no soy valiente, no soy inteligente, soy persona.

El arte se subordina a la humanidad, trabaja para ella, no es una actitud loable por su ética, estética o minuciosidad.

No eres cura, no eres una stripper, tampoco un cirujano.

Tal vez el oficio que más se parece al de artista es el de francotirador (ya sabéis esa profesión de la que todos nos hemos querido ocupar a los 12 años), lo más difícil no es reunir la pólvora, el fusil, la bala y encontrar un nicho donde apostarse.

Lo jodido es encontrar a alguien con la voluntad de apretar una vez y otra el gatillo. La puntería es la que tienes, tu arma ira cambiando, según lo que hayas tenido que andar puede que no te queden balas, o se te hayan caído o estén mojadas…

Pero si no tienes ganas de matar es igual que todas las demás condiciones se cumplan, seguirás siendo inocuo.

Y créeme, en el momento en el que la aorta de algún desgraciado y tu bala del calibre .50 se crucen, en un fraternal abrazo de sangre y plomo, te sentirás auto-realizado, te sentirás ley, sentirás como se crea un orden cuantioso de miedo a tu palabra.

Vive afilando versos, saca brillo a tu ingenio.

Que no te pillen desarmado y de verdad buena suerte. Por muy certeras que sean tus balas un mal roce con una brizna retozona de hierba puede hacerte fallar el disparo de tu vida.

Cruza los dedos.

En eso se basa.

Mucha gaceta vendida, mucho cansancio acumulado, mucha mierda tragada, me voy a des(pensar)cansar.

Supongo que buenas noches. No matéis moscas a cañonazos, se resiente el gotéele.



Vasili Záitsev fue un señor ruso, como el bueno de José Estalin o Alexander Mostovoi. Hombre de vísceras y carajillo de alcohol de quemar. Uno de esos tipos que tienen un buen par de cojonazos, ojo certero, pulso firme y mala hostia, de esa que solo puedes sacar si vives en un país en el que no existe la propiedad privada. Su hobby: reventar cráneos nacional socialistas a más de media milla de distancia.
Dicen que el muy cabrón se cobro el gaznate de más de doscientos alemanes. Acabada la guerra se caso y mudo a Kiev.
La historia está salpicada de casos así de estúpidos e irrelevantes.

2 comentarios:

  1. Maldita historia, es cierto. Pues nada, desde ahora te sigo, amigo, en este blog taninteresante. Muy acertada la música de "La cabra mecánica" pero la que más meha gustado es la que suena en ese ipod: els eñor Joaquin Sabina (ya tengo las entradas para el Príncipe Felipe, el 19 de junio). Abrazos.

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  2. Oh, muchas gracias. Vaya envidia lo de Sabina, no tenia ni idea de que fuese a dar un concierto por estos lares... (francamente decepcionante su último disco, esperemos que tire de antiguo repertorio).

    Estuve ayer mirando tus blogs, muy interesantes y cuidados, gran refugio para mitómanos (este: http://lamusicadelaluna.blogspot.com/ me resulta el mas próximo pero ambos tres son geniales y tienen su miga)

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