jueves, 25 de marzo de 2010

Nunca es primavera donde Freud nació

Yo sé que no soy poeta.

Yo sé, que habrá noches como esta en la que no tenga nada que gritarle al mundo.
Yo sé aunque admita con la cabeza gacha y a regañadientes, todos los costes que he decidido echarme a la espalda.

Y sé las consecuencias que van a tener.

Sé que pierdo fuerza, que mi canción se torna a veces en grito, en grito que acabe por desfigurarse, cegando todo sentido con el quebrar de mi garganta.

Sé que no haré enmudecer a nadie, pero necesito decirlo, hoy día veinticuatro, veinticinco, qué más da. Hoy no he aprendido nada, hoy he visto un poco más del mundo, hoy me sigue sin gustar.

Y sigue cayendo la lluvia, gota a gota, llegará a mellar las baldosas que escondían la arena del mar.

Pero yo no lo veré.

Al otro lado del cristal la tempestad no deja vislumbrar final, hundo teclas contra el cuerpo cálido del ordenador mientras cruza un rayo.

Y aun así. Sé que no valgo, que es mierda lo que escribo, que no tiene ni fuerza, ni gancho, ni mensaje.Ni una puta moraleja con la que se puedan quedar los críos que se cruzan conmigo.

Podría hablarte del hambre, del amor, del miedo que tengo a la soledad que día a día me ronda acercándose un poquito más, a sabiendas de que ya sobra la cortesía.
Su aliento se adosa a mi nuca, poco a poco noto el vaho de su garganta juguetear con la parte baja de mi cuello.

Sigo sin tener nada de lo que hablar. A lo mejor tan solo te tenga que admitir que no soy feliz.

No quiero creerme mis propias mentiras, autosugestión barata, de eso depende una vida plena, leí recientemente de un majadero: “Cubre tus necesidades, así serás feliz”.

Valiente gilipollas, con un católico-simplista hemos topado.

Puede que a lo mejor mi cuerpo, mi alma, mi mente, mi ventrículo izquierdo, mi maltrecho hígado, mi tobillo quemado… pidan lo que piden.

“Haz de tu vida algo interesante, déjate de mariconadas, coge la mochila y sal por esa puerta. ¿Quién necesita un título pudiendo tener aventuras? ¿Quieres una vida normal? Pues no coño, quieres hundir galeras piratas en Somalia, quieres besar el viento en Nepal, quieres gritar al poniente desde el punto más virgen y blanco de Alaska, quieres llorar habiendo visto morir a un niño soldado del Sudán, quieres bailar entre las oleadas de fuego cruzado un campo de batalla Afgano, quieres ser tan viejo como puede ser un hombre joven, quieres ver todo lo que hay fuera y cuando todo acabe morir habiendo conocido lo incognoscible, habiendo llegado a lugares en los que el hombre no querría haber estado jamás… Jódete, esa vida no está a tu alcance”

Eso me grita mi ingle. Paquete bastardo.

Tengo una hucha, tengo una hucha y una publicación. Tengo una hucha, una publicación, bolis, folios y muy mala hostia. Tengo una hucha, una publicación, bolis, folios, muy mala hostia y un sueño.

publipiamonte@hotmail.com

Morir escribiendo. El que entre letras muere, con letras mata.

Vivir entre palabras.

Sueño, onirismo toca huevos.

Mierda, bon apetit.

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