miércoles, 10 de marzo de 2010

Los peligros de pensar sin ideas.

Mierda velada, mierda consternada, santa mierda.

A veces lo único que puedes decir, otras todo lo que hace falta decir, en ocasiones el broche de oro a una frase que podría ser lapidaria.

Bendita mierda.

Bendita mierda lo que escribo, sin entenderlo muy bien. Hay veces que en la cabeza no me caben más genialidades, no se trata de ingenio manido de escalera, de ese que forjan los chistes malos que se ven por la tele.

No coño, hablo de genialidades de artista florentino-cristiano-escultor.

Y en estos momentos nada, cero, niech, niente, nothing, rien.

Y seguimos intentándolo, con tanto que decir, que si la vida, que si la suerte, que si el amor, que si mi pez, que si la madre del cordero y que si Microsoft quiere conquistar el Corte Inglés.

Pues alzad banderas con pingüinos en vuestros balcones, el pueblo unido jamás será vencido, si Dylan exploto el country, Pla la rumbita y Sabina el rock, dame una dulzaina que exploto el Mester-protesta.

Vamos no me jodas.

Yo os querría alegrar la mañana, la tarde de un 16 de mayo en la que no sabes que hacer, me gustaría conmoveros en noches en vuestras noches en vela.
Me encantaría despellejaros a base de arrepentimiento y sentimiento de culpa ahogada, haceros reír con lo complejo del universo y haceros llorar con lo sencillo de un beso.

Disfrazado de Charles Baudelaire, esgrimiendo uno sonrisa de Jack Nicholson, fauno mal enclaustrado con pico de pato.

Que me den de comer a parte.

Si son vidrios rotos y pulpo a la gallega mejor, no muy hecho por favor, de guarnición escatologismo de parvulario y para beber gallardías de la cosecha del mil ochocientos.

¿De postre?

La casa recomiendo que sientes cabeza capullo, córtate el pelo, duerme tus horas, haz deporte, como sano, enamórate, pero sobre todo céntrate en lo más importante: tu futuro.

Como guinda una paradoja: el único futuro por el que vale la pena luchar son los sueños que parecen imposibles, utopías, que no te aconsejamos persigas, seamos pragmáticos. ¿Tomara café el señor?

Si, tan solo como puedan servírmelo. Llénenmelo de falsas promesas de lealtad, ya traicionadas, de amores no correspondidos, de inteligencia desaprovechada y de reveses de la vida.

La cuenta habría de ascender a todas las futuras ideas que su mente enferma conciba, en pos de saldar concepto de deuda estilística que el señor ha abierto con estas líneas.

Coge el abrigo y vete.

Hay momentos y momentos. ¿Quieres moraleja? Estandarízate.

Percentil cincuenta, moderadamente joven, moderadamente alto, moderadamente apuesto, moderadamente inteligente, moderadamente leído, moderadamente querido.

Moderadamente feliz.

Dijo una vez un francotirador: “Ese que viste de amarillo fosforito es gilipollas”, luego se dio cuenta de que el color de la tierra milagrosamente se torno amarillo fosforito, confundido, grito durante horas.

Pero no logro asustar a aquel oso blanco.

Era uno de aquellos vigorosos especímenes de hocico húmedo, largas zarpas y pelaje parduzco, un extraño ejemplar de oso blanco sin duda.

No conocía nada fuera de mi mente, que le dijo un día: “Oh que será de ti, si dejo de pensar en tu existencia”.

Y coño, nos asustamos… es normal, mira por la ventana cuando es de noche. Da miedo. Mira dentro de tu cabeza, aun da más miedo. Si eres extraordinariamente valiente mira a tu alrededor, bueno no, mejor no lo hagas.

Acuérdate del oso.

Supongo que es mala suerte ser un insomne sin talento, supongo que será cosa de la arrogancia. ¿Seré prepotente?

No puede ser, con lo tímido que yo soy, no me atrevo a decir nada más alto que largo ni más ancho que verde.

Y aun así, con toda mi corrección ética, política, antropológica y epistemológica, ni se me considera pensador a estudiar ni la gente me aguanta.

Tal vez si hiciese como la Thyssen y me anclase a un chopo se me tendría más en cuenta.

No quiero fama, ni reconocimiento, ni éxito, joder. Sera pataleta de niño pequeño, ya se pasara los años todo lo curan.

Arrideverci bella, ahora que nos separamos no tenemos excusa para no ser buenas personas, tal vez de verdad, tu fueses una zorra y yo un cabrón, no importa, tendremos una vez más otra oportunidad mal merecida, la vida eso tiene, nos da, da y da, y a veces no sabes que excusa ponerle para dejar de coger caramelos y poner el cartel de “Cerrado por derribo”

No diferencies estalactitas de estalagmitas, no hace falta que sepas que el jaco mata y que murciélago contiene todas las vocales, no importa una mierda saber quien fue Platini o quien fue Renoir.

Si te lo montas para ser feliz, ya está.

No quieras mas, no lo necesitas. Adolfo Hitler estudio bellas artes como Picasso, Picasso tenía una sensibilidad especial, como la de Pilar Liria, y Pilar Liria eructa de forma sonora.

Como deberíamos hacer todos.

A falta de ideas, buenas son paridas.

PD: Ves, si te digo que te acuerdes te olvidas del pobre oso blanco pardo. Las mentes estan hechas para no funcionar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario